viernes, 26 de marzo de 2021

Muy viejo para morir joven.



Un año que huele a cinco

Cinco años oliendo a diez.


Corriendo desde que hay memoria

Al llegar la noche desde el amanecer.


Cabello corto

Cabello largo

Pantalones picapollos, novias vienen, novias van.

Simulacros de divorcios y llantos de niños que no llegan.


Amigos muertos

Locales abandonados o cambiantes.

Lo que era mí casa es ahora una pulpería.

.

Asaltos, idas, vueltas, escaparme de casa.

Escuchar los vidrios reventarse e ignorarlos

Dejar de hablar dos años con mamá.


Conocer la depresión, soportar el abuso

Tomar pastillas

Depender pastillas

Hacer normal su sabor amargo y el dolor.


Encerrarme

Liberarme

Conocer gente, dejar de aislarme.

Conozco una chica, yo la amo ella me quiere.


La casetera se rebobina y las tomas ya vistas vuelven a parecer.


Visualizar el trauma

Vivir el trauma

En ataques de ansiedad que me hacen pensar en desaparecer.


Aire va

Aire viene

La Catatonia aparece.


Soy un equilibrista, con pesas en las manos que no sabe cómo soltarlas mientras evita caer.


Soy un domador de osos que mete en fauces la mano sin saber cuándo la va a perder.


En una década que huele a veinte años

Veinte que vuelan ante mis ojos y luego no se ven.


Está depresión se irá

Este dolor y trauma se mantienen.


Pero no se preocupen.


Soy de donde los ecos significan pólvora o muerte.
Estoy muy viejo para asustarme.
Muy viejo para morirme joven. 






No hay comentarios.:

Publicar un comentario