Cuidado...cuidado con el animal pequeño
Pequeño envase de traición
Riega las matas
Rompe el silencio
Compra flores y dos kilos de arroz un día cualquiera en el mercado.
Cuidado con su falaz teatro que lo hace parecer lo que no.
Quieto, manso, gastando horas en la iglesia
Moviendo papeles en la oficina o fingiendo interés en una de sus hijas.
Cuidado con el animal pequeño que alto está.
De algún modo se subió ahí, de algún modo sabe bajar.
Y en lo alto de ajena casa se esconde luego de la pedrada, del escupitajo, de la sucia puñalada en las espaldas.
Pobrecitos los chanchitos que no dejamos de chillar.
Y nuestras lágrimas aunque se miren, en cuenta no serán tomadas.
Señor, el del cuchillo: verdad que usted me va a soltar?
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