domingo, 4 de agosto de 2019

23

Las cadenas del cadejo están soldadas a su alma, y son su defensa, pero encuentra dolor habitando en su arma, pesada carga es el llevar un corazón.

Cierro los ojos y veo las llamas, tengo el infierno impregnado en los párpados.
Llevo el mar guardado en los ojos

Perros habitando mi garganta.
Demonios trepanándome las ideas.
Indomables fieras que drenan la sustancia.
Y detesto ser 23 vueltas y no agradecer la divina caridad de la existencia.
¿Pero quién puede ser agradecido cuando su ansiedad no lo deja?
23 años corriendo de la muerte
A lo mejor pueda que me alcance.

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