Hola pequeñito, llevaba meses buscándote, días que quisiera
el brillo de tus ojitos tiernos, la fuerza de tus piernitas corriendo a jugar al
playground en frente de la comisaria.
Te he echado tanto de menos, esa sabiduría simple, ese amor
incondicional, ese entendimiento sencillo de todo, desconociendo algunas cosas
y en corazón viendo tantas otras.
Te voy a hacer un spoiler: vas a tener que luchar mucho, vas
a bajar a imbatibles rivales, vas a sufrir agonía, desprecio, dolores más allá de
los huesos, más allá de la sustancia misma, y yo te voy a tratar de proteger…pero
te aviso que van a haber veces que voy a fallar, y van a llegar a vos por mi
carne, espero que nos perdonemos y sepamos que he hecho mi mejor esfuerzo por
resguardarte en mi pecho, acurrucado, quieto, dormido entre nanas y cantos.
Te cuento que no vamos a llegar a ser sacerdotes, ni
astronautas pero si vamos a ser psicólogos, y el afán grande de tu pequeño
corazoncito si se va a dar, vamos a ayudar a inconmensurables cantidades de
gentes., Me acuerdo de vos pidiendo como loco una moneda a mami para dársela a los
mendigos, me acuerdo de vos llorando por ellos, pues te digo pequeñito que los
logramos ayudar, estuvimos años en eso, sacamos gente de las drogas, a otros
les pudimos dar empleo etc etc vamos a lograr nuestro sueño.
Y lo de no ser sacerdote y nuestra vida espiritual, sobre
eso te voy a dar una serie de consejos y recomendaciones:
No vamos a llegar a hacerlo, vamos a cambiar eso por otros
sueños, pero aprovecha la vida espiritual que ten
ès ahorita, atesora ese conocimiento primordial, te cuento que muchas cosas de las cuales nos enteramos orando y en la primera comunión son misterios teológicos y cosas que solo en boca de sabios y libros están, cuida esos tesoros, sentí al señor en tu alma, espíritu y corazón, seguí presenciando milagros, seguí horas en éxtasis divino, seguí te lo imploro creyendo que el mundo vale la pena, estas haciendo muy bien, seguí ofreciendo las golpizas y las burlas, eso ahora con 23 años nos ayudara a darle un poco de sentido.
Seguí yendo a visitar al crucificado a la vuelta del kínder,
ahora siendo niño no lo vas a comprender, pero ahí estamos nosotros, el va a ser
parte nuestra.
Mirà cada detalle, tocà los clavos y pregunta mucho sobre él,
ese conocimiento va a ser muy importante.
Míralo con los ojos llenos de inocencia, con ese corazoncito
tan grande y puro en sencillez y con una cara sonriente.
El señor sonreirá de vuelta, pero no le quitès la cara, porque
de adultos esa espiritualidad no va a volver, vamos a alcanzar en la juventud
cierta sabiduría pero eso no va a volver, nos taparemos la cara en cada consagración,
no vamos a ser dignos ya, el señor no nos va a hablar directo y nos vamos a
acostumbrar a ver milagros.
Vamos a perder mucha fe, en la iglesia en los años de
adolescencia nos van a lastimar mucho, y no solo allí, en el cole y en la
escuela.
Pero ese dolor va a ser canalizado, y he hecho mi mejor
esfuerzo para darle un sentido por papi, mami, abuelito y las chiquillas y
claro que por vos.
Gracias a ese penar vamos a darnos cuenta para que vinimos a
la tierra, tenías razón corriendo con las moneditas entre las manos para dárselas
al muchacho tirado en la universal, nuestro sentido va a ser ayudar personas.
Y créeme vas a ayudar a tantos y tantas, pero a nosotros nos
va a costar salvarnos, no se si te pueda salvar de mí.
Te he buscado por años, mi pequeño sabio, desearía poder ver
al señor con esos ojos tan tiernos, poder sacarle los clavos, tan sencillo como
cuando nos sacábamos las piedras de los codos y las rodillas.
Hoy papi colgó una foto tuya en la pared a la par de mi
cuarto, y deje de extrañarla para extrañarte y llorar por vos, no se si aun
estas vivo en mí, pero te extraño y te necesito.
Necesito tu ilusión, tus ganas, tu esperanza, tu rostro tan
iluminado, esos ojos grandes color miel y encendidos en anhelos.
Por favor no crezcas, no seas yo.
Y no te puedo asegurar si el sueño de ser papás se nos va a
cumplir, pero si vamos a ser tíos, para el momento que te escribo esto ya
tenemos dos sobrinos, son Santiago y Julián, se parecen tantísimo a vos, me
hacen recordarte y querer hundirlos en mi pecho donde nadie los pueda dañar
como te dañaron, no quiero que nadie los toque si no es para amarlos.
No es la responsabilidad de ser padre…pero si es una
responsabilidad enorme, para este momento ya abuelito tiene cuatro años de
muerto, y el legado debe seguir, vos y yo estuvimos en la cama antes de que
muriera, días antes nos dejo la herencia en consejos y sabidurías.
No le podemos fallar, ni a él ni a papi.
Dedemos poner en marcha todos los valores, todas las luchas
y los anhelos de los varones de la familia.
Y yo pues…te he fallado.
Crecí, tuvimos novias las cuales nos despedazaron y cometí grandes
errores, atente contra nosotros varias ocasiones y me excedí en malos hábitos y
costumbres.
Te voy a dañar mucho…te van a dañar mucho, tanto que te van
a orillar a buscarte, a buscarme a buscarnos.
Te van a hacer llegar hasta hoy, y te juro que voy a luchar,
pero vos júrame que vas a volver a darme la inocencia y la ilusión.
Quiero poder llegar a la banca de la iglesia sin sentirme sucio,
ocupo dejar de temblar en la fila de la comunión y necesito poder ver a la cara
al crucificado.
Necesito poder verte a la cara a vos…
Necesito verte en el espejo.