A los golpes y con ardores
Se levanta de los recovecos de los adoquines
Se incorpora su piel manchada
Su flaca calavera
Su ruinosa pierna temblorosa
Un pecho lo niega
No le late ni le brinda leche
No sabe contar hasta cien y no cuenta con nadie
Niño hombre que choca entre las farolas
Una pequeña polilla que no encuentra llama en que posarse.
Inocencia mezclada con mugre de monedas
Se para sobre la carencia
Se crece un niño hombre un hombre niño
La fatiga se dibuja en su manzana
El libro que no se abre
El pupitre que no se llena
La vocal que no le rima
La pelota esperanza que no le rueda
Su mirada confiesa hambre de seno y casa
Me duele este niño hambriento
A cómo me pesan los trozos del mundo
Me duele
Su piel manchada
Me duele
Su flaca calavera
Me duele
Su pierna temblorosa
Me duele
La noche fría que robará su infancia
La noche ingrata que le quitará la vida.
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