Agua soledad

Mateo come su cereal con agua

Toma su chocolate, con agua, también.

Por qué lleva su vida esperando que su padre vuelva de comprar leche.

No hay cama para tanta gente.

Rebuscan los tachos con esmero, negociando hallarse el uno en los otros.

Allanando el fondo del vertedero, en susto aspiran la decepción de que si, de que no.

¿Que niebla vaporosa te hizo estimar encanto en la falacia de caducos hombres?

Recoges los pedazos disgregados que Freud planteó y precisas un campo entre los distintos aparentes.

Pero aparentemente siguen ocurriendo distintamente igual que los demás.

Náufragos, en una barcaza de papel y cartón

Mar aquí

Mar allá

Y todos traen tijeras.

Tantos monos de latón palmotean fraseologia, paja, sofista necedad, que por necedad sigue siendo perverserante.

Cuando la luna se levanta, los sapos repican y los hombres querrán aliviarse.

¿Que noche empañada te hizo suponer nobleza en las diabluras de obras sin autor?

Frustrado, averiguas que no hay cabida ni estancia para  desdichados ni pusilánimes

No hay cama para tanta gente. 

El barrio de los gatos

 Soy

Un desconocido en tierra desconocida

Donde los bordes resguardan polvo

Donde los quiebres de esquina ocultan una sombría aparición.

Que aterra con gritería de cambalache forzado.

Una polilla de sitio de olvido, unas muletas, una cadena, un candado o un bastón.

Eso soy

Un hombre desolado de un pueblo desolado

Uno lleno de vacíos y silencio de campanas

Transitamos entre gatos, perdidos, al igual que nosotros.

Que buscan entre los techos peleas insensatas o un ratón solo para trasponer el tiempo.

Somos espectros de cuadras fantasmales

 Cómo mininos sin dueño, transitando el calor que guardan los caminos

 Mientras nos percatamos que estamos extraviados en un mundo perdido.

Frustrados, mostramos las garras, en este barrio de los gatos.

Anna del Boulevard.

 Ya que fue encontrada, al menos suéltenle las manos
Que su sueño era libertad.

Cautiva, los borrachos tropezantes de adoquines se hincan a pedir indulgencia de su excusado alcoholismo.

Pero no puede hacer ninguna gracia
Tiene los pies atrapados y las manos amarradas

Casi casi como la policía, la casa episcopal o la burocracia.

Virgencita rara de bronce
Y por vos ,¿Cuánto darán en una chatarrera?

Anaideia.

Busco hombres

Con reflejos en los ojos, cristales de vitral collage de vivencia

Con manos de cal, marcas de faena

Con pies abultados, transitorios de la posibilidad

Prendo un canfín preso de la lata

Alumbrando los recodos de las caras, sus líneas y dureza

Sin conseguir, sin toparme con una verdadera humanidad

Busco hombres

Con quemadura de soldadura, Efestos de estructura vidriada

Con tino para cuidar una camioneta sentado a la sombra

Con machete para bajarse un brereñal y maleza

No busco culo para sillas ni cuellos de tortuga, ni escondite ni caparazón

Hombre busca hombre

No como intelectual busca efebo

No como adolescente cuarentón busca a su padre en pechos y espaldas que no son las de el

No como dipsomaniaco estirando el brazo busca la ginebra en un taburete de dormitorio

Hombre busca hombre como buscar humanidad

Quise buscar hombres pero encontré poetas

Buenos para hacer nada 

Útiles en el oficio inútil de hablar sin decir algo

Un canfín preso de una lata debajo de un catre que sostiene un muerto.

Horario Nocturno

 Las chicharras son el despertador de la luna 

Ella duerme mucho de día y no le alcanza para nada

Porque para dar de comer a las estrellas le toca el turno de la noche.

Descartes para vagos

 Pienso que empiezo a pensar, pero existo luego

En país de ciegos.

 

Epf: Los rencos son tuertos de los pies.

     

Fernando Durán Ayanegui.

En país de ciegos el tuerto se tapa un ojo 

No vaya a ser que por la desemejanza lo quieran encarcelar

En país de ciegos, el tuerto es acusado de sordera

El que no tiene le dan para que lleve

El que lleva no tiene nada

Ojos que no ven, orejas 

Palabras sordas que no percuten en oídos necios que se voltean para no ver

En país de ciegos, el que pestañea pierde y el que piensa inoportuna

No vaya a ser que por la doctrina lo saquen de la culturalidad.

 En país de ciegos, hay tuertos que son mancos para ver, para mirar el reloj y comerse el tiempo en rodajas.

Orejas que no ven, gafas para oír

Los ciegos tantean con su bastón para ver si el mundo sigue ahí.

Tienen ojos pero no ven

Tienen orejas pero no oyen

Tienen nariz para tragar y boca para oler

En país de ciegos, el renco vende bastones

tantea a los ciegos, para ver si el mundo sigue ahí.

En país de ciegos, no bastan tuertos si cierran los ojos para no escuchar.

Damos palos de ciego como silbidos para ordos, palmaditas al hombro para los hijos de la miseria.

Diógenes pop.

 Quise buscar hombres pero solo encontré poetas.

La necedad abdica.

 Pienso luego desisto.
La necedad no sé crea ni se destruye solo persiste, 

¡que tirada!. 

Mafilia

 En una mafia está el que es y el que quiere ser
Es la naturaleza del poder

Pero se ha de entender que el pollito no es gallo
Que no todo indio es cacique 
Que no todo el que gatea camina y que no todo el que camina es para correr

En una mafia está el sicario, el negociador, el capo y sus hijos
Pero no es lo mismo el más capo que el más capito.

Tristura

 Mí bisabuela decía tristura
Y no se equivocaba
La tristura es la tristeza que tortura

Y que tortura escuchar a los Aristos que creen en la supremacía de la idea
Miembros inquisidores de la poesía secreta
Que conspiran con prender los hornos de la academia

Nos valga Dios y su misericordia.

Pedrihno

 Un día de tantos voy a matar a alguien
Un próximo semejante que puede ser cualquiera que pase y dibuje una daga cotidiana con la mirada

Será en una callejuela de tantas donde mate a un mendigo persistente a punto de convertirse en asaltante.

Un taxista con María alterada de llegada tardía
Que me pregunta por fútbol mientras se le incrustan las pupilas en las nalgas de una colegiala

Será el próximo que mate, porque esa colegiala puede ser cualquiera.

Será en un semáforo de tantos donde las luces se reflejarán sobre la tapa de un auto rojo que ya no avanzara jamás.

Un día de muchos voy a ser apresado
Un próximo oficial que no acabó la escuela, me enseñará que asesinar es pecado mortal mientras él me apunta con su arma reglamentaria.

Técnicos contra rudos.

 Las mascaras

¿Que son los luchadores sin ellas?

Son solo hombres de paja y barro,  figurillas bootleg únicas al igual que las demás

Con mas rebaba

Con menos rebaba

Tan limpios, con tanta gracia y atractivo

cualquiera puede ser glamuroso, solo es permanecer quieto y parecer estúpido

Hombres

¿Qué son los hombres con mascaras?

Son solo políticos de latón viejo, o poetas de lana y mimbre ajado

Con mas favores

Con menos favores

Más vale prevenir que lamentársela

Mejor quedarse en silencio antes de que no vuelvan a llevar bocaditos y bebida al final de la velada

A la larga te acostumbrás

A que todos sean tan inteligentes que no entiendan una simple palabra de lo que están diciendo.

Mascaras

Intenciones

Voluntades

Mas caras

Mas baratas

Técnicos contra rudos sin limite de tiempo, sin palabras, ni oficio.

Tercera Cuerda

 Por debajo de la mesa, en un recital, miro lucha libre en el celular

No he visto cosa mas real en mi vida.

Hombre de Nicaragua

 Yo soy de nadie
Ni siquiera soy mío

Me siento en la merced a esperarme, a ver cuándo aparezco, aguardando un destello de mi para pescarme con el anzuelo del ojo.

Yo no soy de nadie
Ni siquiera soy algo

Máquina era cuando tenía una utilidad, fui fin de explotación, 12 horas de jornada Lunes a sábado sin derecho a gripa o a la mínima de las diarreas.

Yo no soy algo
Ni siquiera se si existo

Pobre, mínimo e invisible, divisible en la ecuación de la oportunidad, negado en el salón de clase y en el préstamo del banco.

Yo no soy de nadie

Ni siquiera soy mío 

Permanezco como cachivache de compra venta furtiva, de esas que se ponen sobre una tela en la acera, vomitando ebrio al lado de zapatillas robadas, siendo pateado a mansalva por haberlas ensuciado.

Yo no soy alguien
Ni siquiera estoy vivo

Se almacena mí cuerpo en una cuarto frío con una etiqueta que reza: hombre de Nicaragua, desconocido, 45 años.

Lo que habita entre paredes

 Te extraño
Pero para nada me haces falta

Ni para cambiar un bombillo
Porque no se ocupa idiota y medio
Ni un gallego, tan solo se necesita un banco

Me extraño
Porque para nada me haces falta
Nadie sospecha que para todo te ocupaba
Y que no me desocupaba en otros temas por llenar tu afán de control.

Ni viendo un partido de fútbol
Porque no se ocupa estar en el estadio para ofender al árbitro.
Tan solo se necesita desquitarse de algo con un desconocido.

Me es extraño que me no me haces falta
Se me va a hacer un mes extraño el primero que no te busque para saber tu opinión sobre algo.
Ni para que me revises las comas, las tildes y los puntos de un poema que te huele a otra pero es sobre vos.

Te extraño
Pero no me haces falta para nada
Ni para arreglar la ducha
Porque no se ocupa precaución para reparar la ducha ni un apoyo emocional
Tan solo se ocupa bajar la cuchilla.

Todo lo que sobra de un año
Eso si es lo extra año
No el vacío que dejas que tan solo prendo la radio y ya se va
No el calor ausente que se remplaza con una pijama de ropa americana y una cobija

Te extraño
Pero no me haces falta ni para llorar por algo cuando no tengo porque quejar

Hoy vine a tomar algo conmigo y creo que me gusto
Sospecho que conmigo esta ya enamorado
Y trata de hacerse el disimulado, pero el y yo sabemos.