viernes, 25 de marzo de 2022

Nimrod

Los multimillonarios han hecho una escalera de cadáveres hasta llegar al espacio, y el dinero compra el derecho a una torre de Babel.

miércoles, 23 de marzo de 2022

Niña de papel y tiza (Susanita)

 Susanita intenta despertar a su madre para que la lleve a la escuela.

En sacudidas balbucea un regaño con voz de ginebra y tabaco, un "no" innecesariamente largo.


3 kilómetros de sol y acera

Una lonchera percudida de princesas

Y un moño echo con una la liga que le quitó al cilantro


Pequeñita cuando te pariste?

Quien te peina el cabello?

Quien te saca las liendres?


Niña de papel y tiza, entre risas sale al recreo

Se arrecuesta a un poste poniendo sus manos en la cara.

Acumulando números para que sus amigas se vayan a esconder.

"98,99,100 no se vale perrito guardián"


De sus amigas escondidas muchas no aparecieron

Y a veces ella se recuerda buscándolas en el pabellón.


Ahora sale del colegio, décimo año

Le recoge todos los días en la salida un auto

Alguien que es menos que hombre y no es su padre la aguarda


Una sweter colombiana

Un cabello largo olor a reciente keratina


Pequeña cuando te tomaron?

Que Judas te vendió por 30 monedas?

Que manos pasan hoy por tus rodillas?


Mujer de labial y falda, entre taconasos sale a las luces.

Se arrecuesta en un poste sin poner las manos en la cara.

Calculando números para terminar su turno.


Nadie sabe que pasó con Susanita

Pero todos saben dónde encontrar a Susy.

La casa del Generalísimo

 Epf:

"Os juro por lo que fui

Que me iría de aquí

Pero los muertos están en cautiverio

Y no nos dejan salir del cementerio"

          Joan Manuel Serrat - Pueblo blanco


Epf 2:

para abarcarte. Sufro yo a tu costa,

Dios no existente, pues si Tú existieras

existiría yo también de veras.



La grisasea amenaza, crece a paso de sol y luna

Se extiende cual maléfica enredadera que de un muro se apodera y lo vuelve todo hiedra retoñando espantos.


Las raíces extendiéndose aprisionan pequeñas manos que pasan cuentas de rosario

Que en temblores puede apenas una voz terminar un dios te salve.


Un padre nuestro, que estás dónde?

Padre, Al cual se le implora que retoñen piernas de dónde hay muñones.

Al cual se le ruegan alas puesto que solo hay vacío de paso y libertad.


En Torrelodones o en el Pardo, se extiende cual maléfica marea la avaricia del hombre, de nuestros viejos se apoderan y los vuelven a todos mármol.


El óxido se hace uno con la carne y lo desgastado de las llantas de una silla de ruedas.

La televisión les da una voz que habla sin calor ni cena

Mientras se coleccionan úlceras de sofá a como fue una vez estampas y coloridos pasarillos en una subasta furtiva.


Las últimas voces de la guerra, se ahogan en flema , en tos percuten un reclamo al espacio que dejó la nada.

Y ese eco no lo contesta nadie

Solo una abeja putrida les sobrevuela, dando a traición un aguijón ardiente o cápsulas de sueño e hiel


 Con su boca seca de yute ajado dan un beso y una bendición, una mano con Parkinson nos persina y nos retoña una flor de muerto...

Que se enraiza en este poema y en esta casa

Donde la vida por los ventanucos se precipita 

Es esta casa, en la cual solo permanece viva...la muerte.






viernes, 4 de marzo de 2022

Las bestias van por dentro

 

Escapar o pelear

Pero de que?


El cromañón rasga el subconsciente en pleno siglo 21 y dice que un dientes de sable viene a reventar la carótida, pero donde está?


Las manos a pesar de no ser un televisor sienten la interfencia, miles de puntos negros y blancos revolotean al rededor de lo dedos, la palma y las uñas.


Las cuales están al acecho de bestias que no existen o no están cercanas.


Vamos a ver cuántas cosas rojas puedo encontrar:

 

El semáforo es rojo

El labial de la mujer de la otra acera es rojo

El taxi es rojo

Rojo el traje de Mickey Mouse


Rojo el pico del árbol

Rojo el ladrillo

Rojo

Rojo

Rojo


Rojo sangre, rojo pena, rojo que despierta de nuevo al primitivo que quiere luchar y no sabe contra que ni dónde.


Cavernícola que amenaza entre las cavidades de la carne y las costillas de ser un escorpion y apuñalarse así mismo con un aguijón.


Respira


Ahora vamos a ver cuántas cosas cafés puedo ver:


El café del chocolate

El café de mí cabello

El café de los ojos de mí padre, del vestido de mí hermana y la madera con la que trabajaba mí abuelito.


El primitivo se calma, no hay ningun dientes de sable, es solo otro rechazo y un recordatorio de que las bestias van por dentro.


Lloro por este llanto.

 Lloro porque te voy a olvidar

Porque en mí te irás muriendo cada minuto hasta que desaparezcas.

Hasta que estos sollozos sean de un funeral que nunca pasará ni ha pasado.

Lloro por este llanto porque en unos días también el, a como tu...ya no estará

Piecitos torcidos

 Desarrapado habitual, de calor y cariño

La cicatriz del hombre

La  herida del niño


Parándose frente al portal envidia la compañía de los que juegan pelota y despiden el día con compañía y risa.


Sin salir nunca, regresa en carrera de pies torcidos a hacer una fortaleza de su casa.


La cara a la almohada 

Olvida la regla de sin zapatos en la cama

Y se desgranan sus ojos de azucena hasta teñir la funda de color amargura que ningún detergente saca y nunca sacará.

Para vencer la muerte

 Que se me deshilache el calzado y los pies por correr al rescate de mil caídos.


Que se formen ojos y bocas rojas en mis manos al sacar quinientos de las llamas.


Me quede sin aire en el pecho, sin expresión más que un grito eterno y aturdidor por doscientos niños enflaqueciendo.


Despelléjenme vivo por cien que pregunten por una fogata para sobrevivir el frío


De qué serviría la muerte de un hombre?, 

uno

solo uno

Tan solo uno


Mil hombres aún escarbarían la tierra para su propio funeral


Quinientos matarían a estos primeros

Doscientos matarían a alguien más

Y cien se me matarían entre ellos.


Viva pues el hombre por todos sus semejantes

Muera pues por cualquier casa.


Deje en la última respiración sembrada la esperanza, suscite el mover de piernas que caminan para extender las manos y dar vida al yaciente


Para desafiar el final

Para vencer la muerte.