martes, 9 de abril de 2024

Mazmorras profundas.

 Rimas retumban como cadenas,

Estrofas retorciéndose como espinas.

El dulce néctar de las musas, ahora veneno

Y yo, poeta abatido, declino la copa divina.

 

El mar de las palabras me sofoca

Cada metáfora, un peso que me hunde.

Versos que antes volaban, ahora me estrellan

La poesía

 Mi mazmorra profunda.

 

La belleza de un soneto

 un espejismo

Un libre verso

un pájaro moribundo

Cada palabra

 un recordatorio del abismo,

Donde la flor se pudre

                                       Sin siquiera brotar

 

Anhelo el silencio del olvido

Desistir de la pluma, cerrar el libro sellado.

Pero aún en mi desdén

un ruido

La poesía vive

en mi corazón encadenado.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario