miércoles, 27 de octubre de 2021

Los sin rostro

 Epf:  "Pero al que haga tropezar a uno de estos pequeños más le vale que le cuelguen al cuello una de esas piedras de molino que mueven los asnos, y le hundan en lo profundo del mar."

Mt 18:6



Que desfachatez que descaro

Tienen los pobres al nacer.


Los alcohólicos, los mendigos y  los lisiados.

Que descaro, se atreven a florecer


Nos asquea que sean, más cuando pintan cabellos blancos y no sean más un recurso a explotar.

Un pellejo de mandarina deshidratada por una boca succionadora e impune


Todos los sin rostros a los que robamos su historia, su vida e identidad.

Para no espantarnos al vernos reflejados en un rostro que alumbra directo a nuestros ojos.


Gente de sociedad somos, que  lástima nos da el suicidio cuando el que se dispara es el hijo del coronel.

Que admirable y bello alcoholismo cuando es el de el premio nacional.


Tan fascinantes los poetas malditos con ropa cara que pasó por las manos de niñas explotadas en un rincón de  Asia.


Más nos valiera que nos lanzarán al mar, con el peso de las lágrimas de una madre  famélica del cual su busto no da leche mientras su niño muere.


Cruz ( un millón de crucificados)

 

Señor mío hoy me pareció haberte visto



Te he visto hoy, crucificado

Hoy detrás de la catedral, en una minifalda para a tus hijos algo de comer llevar.

Arrecostado a la ventana de un auto que huele a Pino y tabaco.


Te he visto anciano

Golpeado y abandonado luego de que tus hijos  robaran tu pensión para comprar una piedra.


Te he visto clavado hoy señor

En la mirada de un hombre solo manejando una carretilla de verdura, contando los centavos para no tragarse otra zanahoria.


Te he visto crucificado

En tu cuerpo de infante, con una barriga hinchada crucificado en la indiferencia de la pobreza.


Te veo crucificado, y toco tus clavos, queriendo hundirme en besos y esconderme entre tus llagas.

Con una boca llena de sangre proclamarte con el alma un te amo.


Te siento señor derrotado

Te miro en el temblor de mis manos desde los 7 años

Me arden los latigazos de todo aquel que te ha escupido por medio de mí rostro.


Déjame señor estar a tu cruz amarrado, a tu derecha, a tu costado.

Siendo un ladrón atrevido que te dice que te acuerdes de el al llegar al paraíso.


Déjame ser los brazos del ángel que en Getsemaní te abraza, a como en desde tu cruz me das con brazos abiertos un abrazo eterno, un beso de boca sangrante que me llega hasta la sustancia.


Que sea este sufrimiento, la dicha de un Tomás que duda, que este tormento sean las heridas donde metan los dedos para escarbar y verte los ojos amorosos.


Que feliz culpa

Que dulce tortura

Parecerme a ti cristo compartiendo tu dolor.


Cargaré crucificado con todos tus nombres

Cargaré dios mío con toda tu vergüenza.

Cargaré conmigo todas las astillas, para que sean una reliquia que recuerde una salvación.


Me levántare otras tres veces, porque el mundo me está dejando en el suelo.

Se mí orgullo y mí dicha, mientras me rodean filos, puños y plomo.


Hazme un digno reflejo, para sacarte los tres clavos, y seguir viéndote humillado.

Comunión eterna entre crucificados que confían en ti una resurrección.


Que no apriete los ojos queriéndote no verte dulce Jesús, que no me quite de encima tu peso para no dejarte caer solo y desamparado con todo la carga de la cruz.
























domingo, 10 de octubre de 2021

Líneas de corte y despedidas de mentira.

 Cuántas despedidas finjimos

Cuántos adioses de mentira, asomándose la verdad.

Cuántas veces peleamos, nos reconciliamos y acordamos que no iba a volver a sucedernos.

Cuesta cuantificar la deuda de respeto mutuo y autoestima.

Laceraciones rasposas que pasaron a ser corte de bisturí enterándote de mis inseguridades.


Líneas se dibujan en mí pecho con las huellas de mis uñas.

Líneas se desploman de mí cabeza terminando en mis dedos y mis palmas.


Cuántas despedidas de mentira un día se hicieron verdad y nos  deja el sinsabor la mala costumbre de esperar algo que ya no tiene retorno

Para que sea un buen final tiene que quedar siempre un cabo suelto.


Siempre me ahogo cuando intento llorar

 Sé que es el final 

Siempre me ahogo cuando intento llorar, nunca fui de los que pudiesen hablar mientras se deshojan...

Dame tiempo para poder darte razones, sobre algo que ya no tiene razón de ser.

No vas a tener más poder sobre mí.

Se va a acabar el ahogo o a lo mejor vendrá la muerte.

La lona previene el salto solo en trampolines

Colgaba del balcón un letrero:

"Día de prevención al suicidio".

Marcos no lo leyó y ese día decidido saltó.


Los rótulos de lona no son prevención, tal vez un abrazo y calor hubieran sido más oportunos.

Un trampolín de lona quizá.

Agua y velocidad estando aparentemente vivo

 Veía los días lentos y los meses rápido, sentí la vida pasar ligera.

Siento ahora los días rápidos y los meses cada vez más lentos viniendo con la paga


Una llama que fue prendida hoy se apaga

La voluntad de fuego apacigua con las cubetas de agua que lanza la vida.

Un arrebato sin premura (El honor de un ataúd de polietileno)

 *En honor a Julio Acuña y David Maradiaga*



Quisiera en un arrebato sin premura

Sin pensar tanto, precipitar a todo poeta que de corbata va uniformado.

Que toca con manos sucias el humanismo, mientras explota un puño de empleados.


Quisiera quemar hasta los cimientos sus guaridas y palacios para que callen y dejen de usar de marketing un amor falso a su prójimo, un calor próximo que nunca se aproxima a sus hermanos.


Hablan del pueblo

De la propiedad de todos y el proletariado

Y claro que aman al pobre, para tenerlo explotado.


Saben que pagándole una porquería lo tienen de empleado.

Claro que aman al pobre desesperado, mano de obra barata de la que hacen uso.


Hablan de su prójimo le hacen un figurín menos que humano.


Pobrecitos patrones del mundo.

El día que el pobre se quite el delantal y no tengan más defensa que tirar papeles que no sirvan...

Más que para hacer una pira funeraria.


Quisiera verme muerto en el zurqui

Quisiera verme en un ataúd de polietileno negro con un nudo, si significa no estar callado.


En un ataúd de polietileno como los 43

En un bolsa esperando a ser descubierto como muchos que la voz alzaron y no tuvieron miedo

Talvez sea osadía compararme con ellos....




Y ojalá que yo al escribir, decir esto envíen a por mí un sicario y sea yo muerto para que se callen mis palabras y se haga lo que hoy recito eterno.


No lloren por mí.,

Háganlo más bien por sus hijos, que conozcan sus bocas más que pan y huevos.


Una tostada atollada de manteca o frijoles molidos.

Más que eso merecen los niños, y no de alimento la falsedad, una patria.

Que el hambre no tiene frontera no conoce de color o raza.


Maldito el país que mate un poeta grito el litro de whiskey caminante, pero más malditos los poetas que se llenan la boca de amores y juegan con el hambre.


Más malditos los maestros autoproclamados con bailoteos y gimnasio que buscan pequeñas mujeres para despotricar con su instinto de quimera y devorarlas.


Más malditos los artistas, los músicos, los poetas...

Que mienten

Estafan y roban.


Más malditos los cronistas, los pintores y los coristas

Séquito maldito de ratas y violadores.


Que la nena dijo si pero no tenes ojos para ver qué solo tiene catorce?

No se nota que ayer cambió los tennis por tacones?

Violador, bestia hambrienta

Lobo plateado en busca de ovejas.


Ojalá esto sea impreso, y sirva como advertencia y conocimiento de que nunca me hubiera matado.

Que sirva de consuelo a mis hermanos.

El honor de un ataúd de polietileno.