¿Desde cuando lo hicieron tan complicado?
Solo quería decir disparates disfrazados de brillo
Como un diamante negro, nunca antes visto, extraño, ajeno y precioso
No quiero ser acolito de su culto
Vivir buscando fondos, por sus favores vender mi alma
Tener que engullir pesada su rasgada liturgia
Todo son santos al besarse la calavera, todos son infelices mientras el sol aun los quema.
Nunca he adorado a sus dioses
Acá nos movemos como maquinas de guerra y no nos hace falta el sol
Mas calientes que el infierno y sin nada que perder, solo las ganas de ser adorados.
Vestidos para matar, creaturas de la noche
Santos y pecadores listos para ser vistos en los sueños mas remotos, donde las oportunidades chocan y los libro pesan.
Ámenme y déjenme ir
Sin grandes expectativas, reyes del turno nocturno
Déjenos hundirnos en este dulce dolor
Que tan solo somos niños traviesos, perros persiguiendo autos.
Niños al servicio de todos sus diablos.