lunes, 27 de septiembre de 2021

Los felices imbéciles por nacer en un lugar. (Clases de piano)

 Vaya si son bonitos los pueblitos.

Todas esas villas y aldeas

Todos los barrios, ciudades y localidades.


Con sus casitas coloniales, sus iglesias, playas, montañas...

Más un defecto tienen, están habitadas.


Y es estar habitadas por gente que mira al resto con desprecio desde el pórtico de sus casones.

Una raza de chovinistas, portadores de estandartes y banderas.

Felices imbéciles por nacer en un lugar.


Malditos sean estos hijos de su recontra madre patria y cuelguense hoy mismo de los campanarios.


Que muestren su torres, sus becerros de hierro, sus museos y sus ayuntamientos.


Que muestren su tierra natal hasta hacernos bizquear.


Que sean de londres, de Otoya o Esparza

De Escalante o Los yoses...o del quinto carajo o quien sabe si de Tulum.


Felices imbéciles por nacer en un lugar.


Su vida gastona y sus empleados explotados provenientes de países colindantes


En cuanto al aire que gastan en inflar globos, son sus burbujas de jabón soplo divino.


Y poco a poco se convencen que hasta el estiércol hecho por sus canes le dan envidia a todo el mundo.


Jamás va a ser un lugar típico o normal el de su nacimiento.

Compadecen de todo corazón a los pobres desgraciados que nacieron donde ellos no.

A los pequeños infortunados que no tuvieron su presencia.


Cuando suena un cañón sobre su felicidad precaria, arremeten contra el extranjero, todos masomenos iguales, todos masomenos animales.


Salen de sus agujeros para ir a la guerra, meterse en una trinchera, y morir en otro agujero cualquiera.


Por Dios que feliz sería la tierra, si no se encontrase sobre ella esta raza separadora y elitista.

Esta raza importuna y que abunda en toda parte

Que la vida sería hermosa sobre toda circunstancia sino hubiera parido la nada a estos mequetrefes


Los felices imbéciles por nacer en un lugar.

miércoles, 15 de septiembre de 2021

El toro que mató a Manolete (islero)

 Un novillo rebelde, que no comía dónde pisaban los otros toretes.

Fuese arrancado de los pastizales para ser muerto en Jaén.


Manolete jactando día con día, comiéndose las criadillas de sus parientes, hasta creerse domador de bestias.

Hasta mentirse al creer de que se doman las furias azabaches.


El toro no está domado finge para comer

El toro no está domado y disfruta lanzando por los aires a los montadores.


Creció el novillo rebelde y se hizo maquinaria de combate, aguantando el estoque sin conocer el descabello


Agosto veintiocho

El Hombre contra la bestia

Davida contra Goliath

La supuesta bestia relamiendo una la oportunidad para darle muerte 

Que hermosa tarde

Que hermoso cuando cuando el toro mata al torero

Que hermoso cuando los isleros del mundo matan a su Manolete.


El húmedo (los trapos se lavan en casa)

 Más que mojado, estoy húmedo

Más que lloroso estoy enojado.

O tal vez sea que no se partir las olas

Tal vez no saco del agua suciedad como una lavadora.


Dicen que huelo a húmedo

A un uniforme guardado

Si supieran qué más que a húmedo huelo a sal.

Minas escondidas en el baño

Minas acuáticas en el lagrimal


Dicen que huelo a sudor

Yo digo que huelo a abuso

A horas laborales sin caja donde poner pequeños dioses

A seguros que solo aseguran que pronto se va a acabar.


Dicen que huelo a humedad

Pero a lo que huelo es a diluvio

Porque los trapos se lavan en casa


Y los secamos con el calor de un asedio.



Los torsalos del dolor. (Cuando ni siquiera estas acá)


Ya el amor no va a llegar

Es tonta la espera con una llaga abierta.


Que supura soledad y atrae a las moscas de los tórsalos del dolor.


La esperanzada espera de manos que nos toman y nos sueltan, contratos de amor falsificados en tinta de feromona.


Manos que nos toman para en un abismo irnos a soltar.

Que el amor no es una noche de besos

Dormir abrazado

Pies y pantorrillas atornillados

Ni una sonrisa imitando un garabato de los que se plasma al decir un te quiero.



El frío y el trago es solo una excusa, para la gente que quiere calor y sin compromiso nos usa.

Que nos tira como el pañuelitos de los moscos

Cómo quien  jala la cadena escondiendo una vergüenza.



Jugar  al tonto y al ciego

al que se enamora pierde

Se friega el que dice la primera hermosa frase

Quien prepara el el primer desayuno anaranjado manchado de amanecer.


Para en el atardecer...

Solo...

fumarse un cigarrillo aroma decepción

Tomarse a sorbos ínfimos un vino para no prestar cabeza a qué solo desnudos a alguien le llamásemos la atención.


Ya el amor no va a llegar

Es tonta la espera de una cena con velas

Y el corazón enfriándose como el alma y la comida ya servida.


Indio comido indio ido.

No esperés que te diga que te amo.

Cómo cuando ni siquiera estas acá conmigo




Barro sin nombre.

Tal vez la patria sea...

Una puta trabajando a deshoras, con una cicatriz horrenda  de una cesárea con violencia obstétrica por no querer parir

Por no querer morir

Perder su vida y su ser.


Tal vez la patria sea, un par de colegiales siendo vapuleados por chocar sus bigotes adolescentes, hormigas chocando al pasar al hormiguero.


La patria podría ser los tobillos y muñecas

De negros y negras arrancados de la tierra en la que querían vivir.


Tal vez la patria sea una malévola partera que metiendo las manos hasta los codos, saca un chillón abominable.


Tal vez sea cúmulos de tierra que luego del huracán solo sea cadáveres y barro sin nombre.






Alitas

 

Epf: "Que maneras más curiosas

De recordar tiene uno

Que maneras más curiosas

Hoy recuerdo mariposas

Que ayer sólo fueron humo

Mariposas, mariposas

Que emergieron de lo oscuro

Bailarinas silenciosas"


Silvio Rodríguez- Mariposas


Sigo un naranja reflejado en el cielo

Que se desdibuja en nubes que se parten como pelotas de algodón.


Un amor cobarde que me hace tapar la boca para que no se escapen miles de monarcas mariposas y en el cuarto no vayan a hacer nido.


Que vayan a confundirme con un supuesto de vos y yo, que traten de hacer sumas que nunca llegan a dos.


Mariposas revolotean y chocan en la paredes de mí barriga, en esta tercera vez que espero para poder un balbuceo sacar, esperando no ser el que canta en el aguacero.


Apareces en mí mente pequeña y tenue con alas naranjas, y me quedo inmóvil para que por un momento te quedes posada en mí.

Por un momento no revolotees y no me provoques querer morir.



Que manera más atípica tiene uno de amar

Tapándose la boca y evitando llorar

Temiendo el vuelo de mariposas

Quimeras silenciosas que en mí barriga chocan.


Alitas naranjas que se escapan de mí

Y hago de mí cama y mis cobijas una crisálida.


Mientras canto en el aguacero con la palma debajo de la nariz, en humedades esperando hasta poderme dormir.

Hasta que amanezca y una mariposa entre por la ventana y se vuelva a posar en mí.