Vaya si son bonitos los pueblitos.
Todas esas villas y aldeas
Todos los barrios, ciudades y localidades.
Con sus casitas coloniales, sus iglesias, playas, montañas...
Más un defecto tienen, están habitadas.
Y es estar habitadas por gente que mira al resto con desprecio desde el pórtico de sus casones.
Una raza de chovinistas, portadores de estandartes y banderas.
Felices imbéciles por nacer en un lugar.
Malditos sean estos hijos de su recontra madre patria y cuelguense hoy mismo de los campanarios.
Que muestren su torres, sus becerros de hierro, sus museos y sus ayuntamientos.
Que muestren su tierra natal hasta hacernos bizquear.
Que sean de londres, de Otoya o Esparza
De Escalante o Los yoses...o del quinto carajo o quien sabe si de Tulum.
Felices imbéciles por nacer en un lugar.
Su vida gastona y sus empleados explotados provenientes de países colindantes
En cuanto al aire que gastan en inflar globos, son sus burbujas de jabón soplo divino.
Y poco a poco se convencen que hasta el estiércol hecho por sus canes le dan envidia a todo el mundo.
Jamás va a ser un lugar típico o normal el de su nacimiento.
Compadecen de todo corazón a los pobres desgraciados que nacieron donde ellos no.
A los pequeños infortunados que no tuvieron su presencia.
Cuando suena un cañón sobre su felicidad precaria, arremeten contra el extranjero, todos masomenos iguales, todos masomenos animales.
Salen de sus agujeros para ir a la guerra, meterse en una trinchera, y morir en otro agujero cualquiera.
Por Dios que feliz sería la tierra, si no se encontrase sobre ella esta raza separadora y elitista.
Esta raza importuna y que abunda en toda parte
Que la vida sería hermosa sobre toda circunstancia sino hubiera parido la nada a estos mequetrefes
Los felices imbéciles por nacer en un lugar.