Soy vulgarmente sincero
Más gatillero, más frontero que los mimados.
Que patalean lloriquean
Con su manitas tirando manasos
Esperando que el premio nacional les limpie los miados.
Esperando que el premio nacional les limpie el rabo.
Soy tan real como una bomba en un tren
Tan real como un talibán estrellando un coche
Tan real como lo riesgoso que es juntar locos que no se conocen.
No me escondo en tinta
La tinta es mí sangre
Lo que bombea el corazón por soltar el dolor y el hambre.
No uso mis escritos por 15 minutos de coito y luego un calambre.
Lo uso para ser ofensivamente honesto
Para hablar al respecto de lo barata que es la mentira y lo caro que es el respeto.
Lo uso porque me lo dijo mí terapeuta
Si no suelto el odio me encuentran piñata sin confites en el armario detrás de la puerta.
Digo lo que no dijo asuero
Lo que no dicen miles
Vengo a aderezarles el patacon con un poquito'ebilis
A cag*rme en la olla de leche
A soltar pelillos de bigote en la hielera de ceviche
Vengo a soltar presos que están prisioneros por ser sinceros con lo que hacen y dicen.
Vengo con odio ancestral de los que no pegaron por la garra de Al capone.
Por todo ese pan quemado en la puerta del horno
Por todo niño desilusionado que boto el lapicero
Por todo ese que lloro en el baño de un taller
Porque lo regaño el tallerista porque no escribía como el.
Vengo con odio ancestral porque hay muchos warrens con títulos y clases, acosando mujeres y tocando genitales.
Vengo con odio ancestral a todos esos progenitores negadores del niño y de la madre, para hacerlos depositar por la panza, para arruinarles el día del padre.
Vengo con odio ancestral de que alacranes me piquen los ojos, y me mojen las mejillas.
Que me vengan mintiendo y diciendo que está pluma y el tintero son veneno.

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