Cuando estoy bien no termino de estarlo.
Resuena el tren y en su traqueteo piedras levanta del exilio.
Y amenaza con volver, amenaza con volver.
Despierto de un sueño, creación de sonidos de bestia metálica, o el recuerdo de bombones, una flor marchita y un "no me verás más".
Y amenaza con volver, amenaza con volver.
Dónde coloco el tren y esta pena desafiante?
En los libros, las canciones o en los bolsillos de los pantalones, quiero colocarlos dónde no vayan a volver.
Donde, como, cuando, dejan mis pómulos y bigotes de comer sal y beber desgracia?.
Desgracia que pesa
Desgracia que no reza
Desgracia que amenaza
Desgracia de hambre, de abejas, de picos, filos y enjambres que laceran y clavan dónde guardo al amor.
Desgracia de caminos ardientes y pies descalzos, de mundos sin leche ni zapatos, sin papá y mamá.
Sin papá ni mamá.
Que el tiempo se los traga y amenaza.
De frenar en el andén, subirles y de nuevo en sus engranajes hacer sonar el crujir.
Y amenaza con tomarlos.
Amenaza con tomarlos
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