Hay una
lápida sin nombre al frente mío
Entre
los nichos y las hileras se oyen cantos lejanos.
"Me
voy con él, me voy con el yo no me quedo me voy con el"
Cantos
de sirenas de vestidos rojos y blancos me incitan a seguirles.
Les
sigo junto al último de mis ladridos.
Hay una
caja
Acolchada
abierta
al frente mío.
Su
terciopelo carmesí y sus suaves superficies me incitan a dormir
Los cantos lejanos ya no lo son tanto, ladridos llenan el espacio.
Mientras
caen gotas de hisopo percutiendo madera
Miles
de heraldos negros...yo no sé.
Vienen
a mi casa.
A
despertarme del sueño.
Pero en
mi cama no duerme nadie.
Ni
siquiera yo.
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