viernes, 9 de junio de 2023

Desencanto.

 En lo interno
En los armasones del mundo, guardados los martillazos con que lo levantaron los obreros.

Escondido
El sudor que tiñe y riega el suelo con gotas de labrador y jornalero.

En lo interno de las estructuras, guardada la caída del peón de ningún sitio.
Conlindando con sus semejantes
Perdido entre la distancia de hombre a hombre
El espacio inerte entre codo y codo
La falta de unión o sindicato entre hombro y hombro.

A lo plano de un suelo
En el reflejo triste de un piso de facultad
Un conserje añora el aula, tira la mopa en desquite
La falta de un pupitre, un lápiz y un libro.

El primero de Mayo se fue
El socialismo ya se ha virado
Cómo escuadrón de asalto nos invade el dolor y el lodo
Todas las banderas y estatuas que en el yacen.

Nos apagan los muertos con muerte de yugo
Sin alumbre, vamos ciegos en rito y sacrificio.

Solicitud de empleo para después de la guerra.

 Se busca trabajo para un anarquista

Su sistema de no tener sistema le ha fallado y tiene la mala maña de comer y precisar calor.

Se busca un mundo para un anarquista
Sin Dios y con hombres.

Nadie le ha contado que cuando nos falla lo humano precisamos ser divinos.

Nadie le ha contado que cuando vamos con harapos de saqueo nos queda grande la palabra prójimo, la necesidad de vestido
El ansia por lucir una nueva alma.

Sarigüeya Rabiosa.

 En caos me muevo
En el revoloteo de miles de gusanos
Un avispero luego de la pedrada
Cómo la mano rabiosa de una guitarra gitana.

En caos me muevo
En el azar de dados en las manos de caprichosos dioses.
Un trueno que cae en cualquier sitio.
Cómo la carrera de un mapache sobre un cieloraso.

En caos me aquieto
En el cansancio del constante cambio
El abandono del infantil recreo
Un corazón galopante a chocar contra molinos
Un quijote perdiendo la locura
En la maldición de una cordura disfrazada con pieles del hastío.

El sofá que a mí casa le falta.

En el vacío me hice una novia
La quietud de la soledad parió un idilio
En el centro de la premura te he visto sentada
Quieta
 Develando una parte de mí soledad y todo su misterio.
 
Sonriente y precavida
 Me he hecho una novia de en medio de la nada

En el sitio donde puse el miedo
Tapada por la ansiedad y la ausencia
Tu, flor, has roto tu coraza
Cómo venus totalmente revelada.

Ahora sin aviso me has llenado la carencia de piel humana.
Sos el sofá que a mí casa le falta
La ventisca suave que preciso en verano
La sábana que tapa mí cara
El pensamiento tenue que invade la madrugada.

Pronto serás de verdad
Serás mí cama
El ronroneo de un gato de tejado
Un grillo nocturno y su tonada
La taza de azúcar que se llena a mitad de mesada.
La última cerveza que guardo en hielera.

Pronto serás de verdad
Pronto serás de verdad
       Y habrá quien me quiera.

domingo, 4 de junio de 2023

Fuego fatuo

 Un día soleado
Un abril que cierra los grifos del cielo
En completa soledad miro secarse los lirios

Desde el balcón las ondas danzantes que encienden los techos.
Sobre el polvo de los que no retornaran.

Columnas de fuego he levantado
Una fortaleza de pared gruesa
De mí corazón un calabozo amurallado.

No preciso cercanía, soy el calor vivo de la falta de lloviznas.

Un volcán que en si se quema
Una isla que en si naufraga
Una vela que en si se consumirá.

He oido esas palabras sordas
Moribundas balbucean en mí memoria
No morficare el sueño de sentimiento muertos.

Levantare columnas aún más altas
Tapare las ventanas
No tocaré a nadie
Ni nadie me tocará 

Seré un fuego consumido en llamas propias
Una vida con sentencia de muerte.
En mí propio infierno seré yo mí acusador.

Rima está triste la mar.

 En una calle cualquiera
Camina un hombre cualquiera
Camina un hombre común
Cómo un pie que patea el camino y sus piedras
Camina el hombre que nunca seré
El que fue
El que se mantiene y el que se aleja.
El que queda entre las agujas y las fauces 
Entre las callejuelas y cartones donde se sienta a llorar la rima.

Rita, está triste el alquitrán
No hay huecos donde quepan alacranes

Rita, está triste la mar
La mecha se apaga
En la voz marchita de margaritas que van para un entierro.

El de un hombre
Cualquier hombre 
Que caminando en aquellas 
Callejuelas cualquieras
Se frena y se percata que no conoce
La dirección de su vida.

Swing

La esperanza es un rayo de sol colándose por la ventana del mañana.

Un insecto parado en una rama

Una canción que no acaba

 

Es cantar con una mordaza 

Es tocar violin con las manos rotas

Estoy casi seguro, la esperanza es bailar sin música

 

 

¿Qué se hace entonces cuando no hay nadie con quién bailar?

 

Uno sale a la calle a buscar al dos

Para entrar en un antro añejo de capital 

Para bailar una música, juntos y sin compañía.

Danzan ambos una tonada sin esperanza.

Hasta que salga el sol y no brillen más los labios, los días, las noches que se acaban.

Las cuales: regresarán, pero con otra cara.